Un modelo donde predomina el rojo, otro el negro y uno más en blanco. Esto se debe a que la temporada pasada se llegó a un acuerdo entre la directiva NBA y los equipos, mediante el cual el equipo local siempre podrá utilizar cualquiera de las camisetas que tenga en su repertorio y el equipo visitante tendrá derecho a hacer lo mismo, siempre y cuando la de este último sea de un color que genere suficiente contraste entre las dos equipaciones de pista.